La carne de cordero merino es apreciada por sus características únicas que la distinguen de otras carnes ovinas. El merino es una raza ovina reconocida por su lana fina y también por la calidad de su carne. La carne de cordero merino es conocida por ser tierna, jugosa y con un sabor distintivo que la diferencia de otras carnes de cordero.
Una de las características destacadas es su terneza, gracias a la textura fina de la carne y a la infiltración de grasa que le proporciona jugosidad durante la cocción. El perfil de sabor de la carne de cordero merino es delicado y suave, lo que la hace apetecible para aquellos que buscan sabores más sutiles en comparación con otras carnes rojas. Además, la carne de cordero merino tiende a tener menos grasa en comparación con otras razas, lo que la convierte en una opción más saludable.
La versatilidad culinaria es otra característica notable, ya que la carne de cordero merino se presta bien a diversas preparaciones culinarias, como asados, estofados, parrillas y guisos. Su calidad nutricional también destaca, siendo una fuente rica en proteínas, hierro, zinc y vitaminas del complejo B.
Apreciada por su terneza, sabor distintivo, versatilidad culinaria y calidad nutricional, convirtiéndola en una elección popular en la gastronomía.
Es una carne rica en proteínas de alto valor biológico, las cuales contribuyen al aumento y la conservación de los músculos. Además, gracias a esto, la carne de cordero ayuda a un mejor crecimiento y el desarrollo normal de los huesos de los más pequeños.
Contiene niacina, más conocida por vitamina B3, la cual nos ayuda a disminuir el cansancio y la fatiga. Esta propiedad es un punto muy a favor para las personas mayores y adultas, ya que son más propensas a sufrir cansancio e ir agotándose más a lo largo del día que un niño.
Posee vitamina B6 y B12, las cuales contribuyen al funcionamiento normal del sistema inmunitario y una formación correcta de glóbulos rojos. Puntos muy importantes a tener en cuenta tanto en mayores y pequeños, ya que nos ayudarán a protegernos de diferentes enfermedades comunes.
Posee un alto contenido en potasio, mineral que alimenta a nuestro sistema nervioso y lo mantiene sano.
Muy relacionado con el primer punto comentado, nos encontramos con el fósforo, otro de los elementos nutricionales que nos encontramos en esta rica carne y que nos ayudará en el mantenimiento de unos huesos y dientes fuertes y sanos.
Contiene zinc y selenio, dos minerales que nos ayudan en gran medida. El primero a la protección de las células, las cuales pueden sufrir daños oxidativos con el paso de la edad, y el segundo a un mantenimiento de las uñas y el cabello mucho más fuerte.